Instituto Nacional de Pediatría.

Paulina Barquín Granja Op. B

El día 23 de marzo visitamos el INP, en esta práctica, creo que puedo hablar por casi todo mi salón cuando digo que aprendimos muchísimo y de una manera diferente a lo que haríamos normalmente en una clase.

Al llegar al Instituto nos separaron por parejas para que cada una visitara alguna de las áreas de investigación que tienen. Mi pareja fue Víctor, nos tocó el laboratorio de Biología de la Reproducción. En ese laboratorio nos explicaron que hacían investigaciones con temas que fueran de preocupación e importancia tanto nacional como para el Instituto; el tema central de sus investigaciones por el momento es la criptorquidia, que se da cuando uno o ambos testículos no descienden, lo que provoca que los espermatozoides (cuando se llega a la etapa reproductiva) no sobrevivan debido a que la temperatura que tiene el cuerpo es más alta que la que deberían tener los testículos. Además de esto, los hombres que tienen criptorquidia son mucho más propensos a desarrollar cáncer de próstata. Algunas de las investigaciones y experimentos que se estaban haciendo fueron los siguientes: – Reducción de la depresión mediante el uso de extracto de té verde. – Tratamiento de la criptorquidia con extracto de té verde. – Extracción de DNA para saber que alelos podrían codificar para cáncer de próstata cuando el paciente padece criptorquidia.

Víctor y yo estuvimos rotando en el laboratorio con los diferentes investigadores e investigadoras, y cada uno de ellos nos daba una explicación sobre su proyecto y algunos de ellos hasta nos dejaban participar en sus experimentos o buscaban involucrarnos lo más que se pudiera. Por ejemplo, al principio, después de una introducción al laboratorio, abrimos una rata que ya estaba a punto de ser sacrificada, por lo que al principio me sentí terrible por ese animalito, pero luego nos explicaron que solo los dejan usar animales cuando saben que la investigación es lo suficientemente importante y que va a tener resultados que de verdad ayuden a las personas. Después de esa explicación que me tranquilizó un poco, proseguimos a anestesiar a la ratita y luego a abrirla; nunca había visto algo así, ni siquiera cuando hicimos las prácticas de anatomía el año pasado. A todo esto, abrimos al pequeño animal para sacar espermas de este y luego verlos en un microscopio y ver cómo funcionaba todo. También nos dejaron trabajar con un microscopio electrónico súper profesional y tomar fotos con él de órganos de una rata. Yo logré enfocar y tomar fotos de las neuronas de una.

Luego pudimos sacar el ADN de la sangre, mediante un largo proceso de depuración. Y también nos dejaron hacer algunas partes de la extracción. Una de las partes que más me movió fue cuando nos dieron trajes quirúrgicos y nos llevaron a vacunar conejos bebés. Sin lugar a dudas esta práctica de campo ha sido una de mis favoritas de todo CCH, aprendí mucho más de lo que esperaba, me divertí y pude hacer muchísimas cosas, no solo observar. Estaría muy bien que las siguientes generaciones tuvieran la oportunidad de ir al INP, ya que creo que a pesar de que es una práctica un poco cansada y movida, es una experiencia increíble que vale mucho la pena.

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