Los Círculos Matemáticos.

Al principio, invitamos a nuestros alumnos a inscribirse en los “Círculos Matemáticos” que se realizarían en el Instituto de Matemáticas de la UNAM. Un poco sin saber bien a bien qué tal resultarían; aunque, claro, con la certeza de que sería una buena experiencia para aquéllos que decidieran ir. Entre el horario, que a algunos no les acomodaba, y el lugar, que a otros no les quedaba cerca, fueron menos alumnos de los que nos hubiera gustado que asistieran, pero su respuesta fue de mucho gusto, de sorpresa y de disfrutarlo muchísimo.

            Como siempre, estábamos convencidos de que “ver” y “hacer” esas matemáticas (que se parecen más a las otras matemáticas y menos a las que están acostumbrados a hacer en la escuela) les abriría los ojos y sentirían esa especie de encanto que sus maestros sentimos por nuestra materia. Claro, la muestra era pequeñita, pequeñita y no podíamos concluir casi nada.

            Luego, vinieron a darnos una sesión a la escuela, con cerca de 40 alumnos y muchos de los profesores de matemáticas del CCH. Y ahí sí pudimos concluir que los “Círculos Matemáticos” son una gran idea y que funcionan de maravilla. No necesitamos preguntarles nada, bastaba con verles la cara y ver el interés con el que se pusieron a trabajar en la sesión. No necesitábamos preguntar, pero de todas formas les preguntamos a nuestros alumnos: les encantó, lo disfrutaron, preguntaron cuándo empezaría la siguiente sesión, si habría otra en el Colegio. Ninguno, hasta donde sabemos, se quejó de haber ido, ni dijo que no lo había disfrutado. Además, los maestros que vinieron a dar el curso también acabaron fascinados con nuestros alumnos.

            Al día siguiente, fuimos a un taller para maestros, impartido por los mismos profesores que habían dado el taller. Seguramente, alguien que nos haya visto, habría dicho lo mismo sobre nosotros que lo que dijimos nosotros sobre nuestros alumnos: les encantó, bastaba con verles la cara y el interés con el que trabajaban…

            Al final, resultó una experiencia muy linda y muy enriquecedora. Una experiencia que valdría la pena replicar.

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