Ceremonia Cívica, conmemoración de la proclamación de la Segunda República Española
“El Colegio Madrid, en sus orígenes, fue un ejercicio extraordinario de reinvención de aquel exilio republicano valiente, visionario, emprendedor y muy trabajador”: Jaime del Río Castillo, en la ceremonia del 85 aniversario de la proclamación de la Segunda República Española.
El pasado jueves 14 de abril conmemoramos la proclamación de la Segunda República Española mediante una ceremonia cívica en la explanada central del Colegio Madrid, en la que nos reunimos Asambleístas y miembros de la Junta de Gobierno, autoridades y maestros, alumnos y padres de familia. Las escoltas de sexto de primaria marcharon para hacer los honores a las banderas mexicana y de la República española; el coro de secundaria cantó el himno nacional mexicano y el de primaria el himno de Riego.
Posteriormente tres alumnas, a nombre de sus compañeros, leyeron discursos escritos por ellas mismas en los que recordaron el significado de esa república a setenta y cinco de la fundación del Colegio Madrid.Lorena Fernanda Delgado Correa, de sexto de primaria dijo “Los exiliados españoles y los mexicanos crearon escuelas que enseñaban todos los ideales por los que los republicanos pelearon, murieron y sufrieron. Entre ellas está el Colegio Madrid, que está cumpliendo 75 años, pero 75 años ¿de qué? , de darnos a miles de niños la posibilidad de aprender, de hablar, de gritar quiénes somos y quiénes queremos ser.” Y Lorena terminó “Gracias por ampliarme la mente, por ayudarme a expandir mis ideas, y por ayudarme a ser yo.”
Isabel Rodríguez Rojas, de tercero de secundaria se expresó de la siguiente manera “He aprendido a desarrollar una conciencia social, a ser empática, a pensar en el otro, a respetar, a aceptar a todos mis compañeros, a valorar las cosas pequeñas, a ser yo misma y no tener que encajar en un estándar, a ser más que una etiqueta. Y a mí me enorgullece decir que pertenezco a este Colegio. Porque es un Colegio de valientes, de sobrevivientes.”
Y en tercer lugar Daniela Mondragón Benito, de sexto semestre de CCH dijo: “De las cosas que más me gustan del Madrid es poder tener la confianza en cada uno de mis maestros de hablar con ellos como iguales, de manera horizontal, como humanos y juntos ir aprendiendo en conjunto, en dinámicas de clase como los debates o los ejercicios en equipo puedo aprender tanto del maestro como de mis compañeros, porque todos sabemos defender un punto con argumentos y entablar una buena discusión.” Y continuó “Nos da mucha alegría y orgullo que ya sean 75 años de optar y luchar por una educación diferente, por el principio firme de que las cosas pueden y deben cambiar, de defender una educación que apunta hacia la transformación individual y colectiva, de seguir creciendo la comunidad Madrileña y de tener una de las luchas más honorables que existen: preservar la memoria histórica, no perder de vista nuestro origen porque a partir de ello podemos saber hacia dónde vamos y hasta dónde podemos llegar.”
Rosa María Catalá se congratuló de la conciencia que hay en nuestra comunidad de la importancia de los valores republicanos en nuestra cotidianidad y el refrendo de la memoria en el presente para construir una comunidad comprometida y solidaria.
Jaime del Río Castillo, presidente de la Junta de Gobierno, dijo: “Vale la pena recordar a la República Española porque fue un ejercicio extraordinario de reinvención y además encierra un germen fundamental de identidad que dio lugar e hizo posible a esta escuela y a esta gran comunidad educativa que llamamos Colegio Madrid. La identidad que proviene de la historia. La identidad que construye una hermandad generosa y solidaria. La identidad del esfuerzo y el trabajo.” Y culminó, exhortando a nuestros alumnos: “Jóvenes: el gran reto hoy es reinventarse y eso es posible gracias al ejercicio de la imaginación, al trabajo y al esfuerzo; en una palabra, a la educación.”
Al final de la ceremonia se integraron los chicos de tercero de preescolar y todos ahí reunidos cantamos el himno del Colegio “Los recuerdos de nuestra niñez han de ser siempre para el Madrid…”
ARTURO FERNÁNDEZ DOMÍNGUEZ
EL «COLEGIO MADRID» DE MÉXICO CONMEMORA EL «85 ANIVERSARIO DE LA PROCLAMACIÓN DE LA SEGUNDA REPÚBLICA ESPAÑOLA (1931-2016)».
Nuestra enhorabuena y felicitación al «Colegio Madrid» de México del Exilio Republicano español por esta importante «tradición» (todos los años) conmemorativa educativa, que será asumida (incorporada) también por el próximo Colegio hermano «Giner de los Ríos» de España, que se fundará por los familiares descendientes (hijos y nietos) de ese Exilio, amigos y simpatizantes de la histórica -liberal, democrática, republicana y socialista- entidad cultural, educativa, científica, social, tolerante, coeducativa, laica, y ética «Institución Libre de Enseñanza» (ILE).
¡¡¡ Vivan el «Colegio Madrid» de México y el Colegio «Giner de los Ríos» de España !!!
¡¡¡ Vivan la histórica «Institución Libre de Enseñanza» (ILE) y su hija amada la Segunda República y el Exilio republicano español !!!
Málaga, a 17 de Abril de 2016.
Arturo Fernández Domínguez
(Hijo del Exilio republicano, socialista e «institucionista» español. Doctor en Derecho, ex-Profesor Titular de Historia del Derecho Español de la Facultad de Derecho de la Universidad de Málaga (UMA), y Secretario Judicial).
ARTURO FERNÁNDEZ DOMÍNGUEZ
EL «COLEGIO MADRID» DE MÉXICO Y EL NUEVO PRÓXIMO COLEGIO HERMANO «GINER DE LOS RÍOS» DE ESPAÑA.
EL «COLEGIO MADRID» DE MÉXICO:
Historia
El Colegio Madrid fue fundado en la Ciudad de México en 1941 por el gobierno de la Segunda República Española en el exilio, con el propósito de proteger y formar a una niñez proveniente de la guerra civil, quienes fueron generosamente acogidos por el México cardenista y que con el tiempo se convertiría en una institución mexicano-española.
A lo largo de las más de siete décadas de existencia, el Colegio Madrid se ha consolidado como una institución de excelencia académica e innovación pedagógica.
Los directivos y maestros de las primeras generaciones se formaron como docentes y planificadores durante el proyecto educativo de la Segunda República Española (1931-1939), uno de los más ambiciosos e innovadores del siglo XX. Entre sus fundamentos planteaba la dignificación del trabajo docente, la formación integral de niños y jóvenes hacia la ciudadanía y el desarrollo de sus potencialidades por medio de la aplicación de las didácticas más modernas de su tiempo.
El proyecto pedagógico del Colegio Madrid se basó en los valores republicanos de justicia, equidad y democracia y tuvo como antecedentes directos las ideas de la Escuela Nueva, así como la Institución Libre de Enseñanza y el Instituto Escuela, centros educativos emblemáticos de finales del siglo XIX y principios del XX en España. Estos antecedentes resaltaban la importancia de una educación centrada en el alumno y su formación, de carácter liberal en sus dimensiones política y social, estrictamente laica y hacia una comprensión científica y humanista del mundo.
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EL COLEGIO «GINER DE LOS RÍOS» DE ESPAÑA:
El Colegio «Giner de los Ríos» de España será fundado -próximamente- en España por los descendientes (hijos y nietos) del Exilio republicano, socialista e «institucionista» español, amigos y simpatizantes de la histórica -liberal, democrática, republicana y socialista- entidad cultural, educativa, científica, social, tolerante, coeducativa, laica, y ética «Institución Libre de Enseñanza» (ILE).
Este nuevo «Colegio» español constituye parte principal (esencial) del Proyecto general: «Una Institución Libre de Enseñanza (ILE) para el Siglo XXI», para la «recuperación» definitiva de su verdadera «memoria histórica» (historia) e importante «legado» (herencia) intelectual (cultural, educativa, científica y social) y ética.
El programa educativo (pedagógico) del Colegio «Giner de los Ríos»de España será el de las históricas «Institución Libre de Enseñanza» (ILE), Instituto-Escuela, Escuela Nueva y los Colegios del Exilio republicano español; y, en última instancia, se basará en los valores liberales, democráticos, republicanos y socialistas, de libertad, democracia, tolerancia, coeducación de sexos y clases sociales, laicidad, ética y paz social.
Un Cordial Saludo.
Málaga, a 17 de Abril de 2016.
Arturo Fernández Domínguez
(Hijo del Exilio republicano, socialista e «institucionista» español)
(Doctor en Derecho, exProfesor Titular de Historia del Derecho Español de la Facultad de Derecho de la Universidad de Málaga (UMA), y Secretario Judicial).
Laura Beramendi
Felicidades al Colegio por estos primeros 75 años. Especialmente por lo bien que hacen las cosas, siempre congruentes con los ideales y con espíritu reflexivo y crítico, que resultan en ser un colegio innovador que adapta su forma de enseñar a los nuevos tiempos, logrando que los chicos crezcan de manera integral. Para muestra los hermosos, profundos y emocionantes discursos de las chicas en la ceremonia.
En verdad felicidades a toda la comunidad y a seguir trabajando por muchos años más.
ARTURO FERNÁNDEZ DOMÍNGUEZ
DE LA «INSTITUCIÓN LIBRE DE ENSEÑANZA» (ILE) PARA EL SIGLO XXI.
Arturo Fernández Domínguez*. LQSomos. Enero 2016
LA HISTÓRICA -LIBERAL, DEMOCRÁTICA, REPUBLICANA Y SOCIALISTA- «INSTITUCIÓN LIBRE DE ENSEÑANZA» (ILE) DEL EXILIO PARA EL SIGLO XXI Y LA TERCERA REPÚBLICA ESPAÑOLA.
La histórica -liberal, democrática, republicana y socialista- “Institución Libre de Enseñanza” (ILE) del Exilio para el Siglo XXI, y las demás importantes entidades o instituciones educativas, culturales, científicas, sociales y éticas “institucionistas”, como: la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE); la Residencia de Estudiantes y la Residencia de Señoritas de Madrid; el Instituto-Escuela (I-E); las Misiones Pedagógicas, etcétera. Todas ellas, de carácter liberal, democrático, republicano, socialista, tolerante, laico y ético, comienzan el Nuevo Año 2016, pronunciándose -públicamente- en favor de la apertura de un nuevo “proceso constituyente” democrático rupturista en España, para: la “proclamación” de la Tercera República española, democrática, federal, progresista, social, educativa, cultural, científica, de modernidad, tolerancia, laicidad y ética, previa aprobación mayoritaria del pueblo español, dueño -otra vez- de su propio destino histórico; y, también, la posterior elaboración, aprobación, refrendo y promulgación de una nueva Constitución política democrática y social, inspirada y basada en la Constitución republicana española de 1931.
Todo esto, porque es necesaria, urgente, de derecho y justicia: la “recuperación” definitiva, continuidad y desarrollo de la histórica “Institución Libre de Enseñanza” (ILE) y la Segunda República española, de su “memoria histórica” (historia) y “legado” (herencia) intelectual, social y ético; y, también, la “regeneración” política, económica, social y ética del actual régimen político pseudodemocrático español, franquista, monárquico, católico, autoritario , conservador, inculto, incompetente, antisocial, injusto y corrupto.
UNA «INSTITUCIÓN LIBRE DE ENSEÑANZA» (ILE) -LIBERAL, DEMOCRÁTICA, REPUBLICANA Y SOCIALISTA- DEL EXILIO PARA EL SIGLO XXI.
Por la Cátedra Libre de Enseñanza “Giner de los Ríos”, del Exilio republicano, socialista e “institucionista” español.
El “Proyecto” general educativo, cultural, científico, social, tolerante, laico, ético, de progreso y modernidad de la histórica “Institución Libre de Enseñanza” (ILE) del Exilio para el Siglo XXI en España. Su realización constituirá en la práctica el regreso -definitivo- de la misma.
Comprende las creaciones (construcciones) de:
Un Centro de Estudios e Investigaciones Científicas “Francisco Giner de los Ríos”, para la “recuperación” definitiva de la verdadera y completa “memoria histórica” (historia) y del importante “legado” (herencia) intelectual (filosófico-político, educativo, cultural, científico y social) y ético, de carácter liberal, democrático, republicano y socialista, continuidad y desarrollo presente y futuro de las históricas “Institución Libre de Enseñanza” (ILE), Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE), Residencia de Estudiantes y la Residencia de Señoritas de Madrid, Instituto-Escuela (I-E), Misiones Pedagógicas, etcétera, en la Universidad pública de Andalucía y España. Período histórico: desde sus orígenes hasta la Segunda República y el Exilio. Incluidos también los Colegios de enseñanza y la Universidad del Exilio republicano, socialista e “institucionista” español. Docencia (enseñanza); Formación (cursos, seminarios, coloquios, charlas, etc.); Investigación (tesis, ensayos, artículos, etc.); y Divulgación (publicaciones, conferencias, exposiciones, etc.) universitarias, para el alumnado, profesorado y público en general.
Y, también, un Colegio de Enseñanza (Educación) “Manuel B. Cossío”, en todos los niveles (infantil, primaria, secundaria, bachillerato y COU), inspirado y basado en el “humanista” -liberal, democrático, tolerante, laico, coeducativo, social y ético- “Programa” educativo (pedagógico) original (verdadero) de la histórica “Institución Libre de Enseñanza” (ILE), el Instituto-Escuela, la Segunda República y los Colegios del Exilio republicano, socialista e “institucionista” español, con la adaptación correspondiente a la realidad presente y futura.
Este “Colegio” será -siempre- nuestra querida pequeña gran “República” educativa, cultural, científica, social y ética. Educación e Instrucción, instruir educando. En conclusión, un “Proyecto” general educativo, cultural, científico, social y ético, del Exilio republicano, socialista e “institucionista” español, para (finalidad) el desarrollo, el progreso, la modernidad, el bienestar y la paz social, en libertad, igualdad, fraternidad (solidaridad), democracia, justicia, tolerancia y ética de la actual y futura España. Un “nuevo florecer de España…” (F. Giner de los Ríos / A. Machado).
* Hijo del Exilio republicano, socialista e “institucionista” español. Doctor en Derecho y exProfesor Titular de Historia del Derecho Español de la Facultad de Derecho de la Universidad de Málaga (UMA), y Secretario Judicial.
ARTURO FERNÁNDEZ DOMÍNGUEZ
PROGRAMA DE LA «INSTITUCIÓN LIBRE DE ENSEÑANZA» (ILE), última edición publicada en el Boletín (BILE) Nº 888, de 30 de abril de 1934, págs. 87 a 94. (Reproducción completa del texto por Arturo Fernández Domínguez. Málaga, 11 de septiembre de 2014).
ESTATUTOS (aprobados definitivamente por la Junta general de accionistas el día 30 de mayo de 1877, y autorizados por Real orden de 16 de agosto de 1876) publicados en el Boletín (BILE) Nº 726, de 30 de septiembre de 1920, págs. 286 a 288. (Reproducción literal del artículo).
“Art. 15. La Institución Libre de Enseñanza es completamente ajena a todo espíritu e interés de comunión religiosa, escuela filosófica o partido político; proclamando tan sólo el principio de la libertad e inviolabilidad de la ciencia, y de la consiguiente independencia de su indagación y exposición respecto de cualquiera otra autoridad que la de la propia conciencia del profesor, único responsable de sus doctrinas.”
PROGRAMA
DE LA
INSTITUCIÓN LIBRE DE ENSEÑANZA
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Origen y carácter.
La Institución Libre de Enseñanza fue fundada en 1876 por varios catedráticos y auxiliares (1) de la Universidad e Instituto, separados de sus clases a consecuencia de su protesta contra los decretos de Instrucción pública de 1875, atentatorios de la libertad de la cátedra.
En el proyecto de creación dicen sus fundadores que obedece aquél a la necesidad de sustraer a la esfera de acción del Estado fines de la vida y órdenes de la actividad que piden una organización independiente; que la historia contemporánea muestra la dificultad de armonizar la libertad que reclaman la investigación científica y la función del profesor con la tutela que ejerce el Estado, el cual tiende, a veces, a desconocer en su origen el valor absoluto de la ciencia y la fuente pura de donde se derivan los bienes que está llamada a producir para el individuo y para la sociedad; y que dar el primer paso en el camino de la independencia en ese orden es el fin que al establecer la Institución se proponen.
Creóse, y se mantiene, sin subvención alguna oficial, con el solo concurso de la iniciativa particular, mediante acciones y donativos voluntarios, a más de los ingresos de su matrícula y demás servicios.
Nació y permanece completamente ajena a todo espíritu e interés de comunión religiosa, escuela filosófica o partido político; apartada de apasionamientos y discordias, de cuanto no sea, en suma, la elaboración y la práctica de sus ideales pedagógicos.
En armonía con su origen, comenzó por ser un centro de estudios universitarios y de segunda enseñanza; más la experiencia puso de manifiesto bien pronto que una reforma educativa profunda no puede cimentarse sino en la escuela primaria. Inauguróse, pues, en 1878, una escuela inspirada en las ideas y métodos que en aquella época pugnaban en otros países por informar la educación hacia nuevos derroteros, y este ensayo fue el comienzo de una serie de innovaciones con objeto de extender a la segunda enseñanza el mismo espíritu e iguales procedimientos, y de infundir en la superior, andando el tiempo, principios homogéneos con los de ambas.
Así ha nacido el interés con que la Institución, al par que en su obra interna, viene ocupándose en la reforma de la educación nacional, de donde procede el influjo que, en medio de las naturales protestas y explicables prevenciones, han podido ejercer sus principios -generalizados y aun vulgares hoy ya muchos de ellos- sobre la opinión pedagógica del país y, consiguientemente, a veces, sobre el régimen de nuestra educación pública y privada.
Una de las manifestaciones de la continuidad que la Institución aspira a dar a su influjo educador es la «Corporación de Antiguos Alumnos» (C. A). y uno de los medios de salvar los límites en que, por fuerza, ha de encerrarse la obra que realiza, es su BOLETÍN, órgano oficial de la Institución, y a cuyo frente figura el artículo 15 de los Estatutos, que fija claramente el carácter de esta Sociedad educadora: «La Institución Libre de Enseñanza es completamente ajena a todo espíritu e interés de comunión religiosa, escuela filosófica o partido político; proclamando tan sólo el principio de la libertad e inviolabilidad de la ciencia y de la consiguiente independencia de su indagación y exposición respecto de cualquiera otra autoridad que la de la propia conciencia del profesor, único responsable de sus doctrinas.”
(1)Los Sres. D. Laureano Figuerola, D. Segismundo Moret, D. Eugenio Montero Ríos, D. Nicolás Salmerón, D. Gumersindo de Azcárate, D. Francisco y D. Hermenegildo Giner de los Ríos, D. Augusto González de Linares, D. Eduardo Soler, D. Laureano y D. Salvador Calderón, D. Juan A. García Labiano, D. Jacinto Messía y D. Joaquín Costa.
Junta directiva.
Presidente: D. José María Pedregal y Sánchez Calvo.
Consiliarios: D. Adolfo G. Posada (Vicepresidente), D. Aniceto Sela, D. Antonio Vinent y Portuondo, Marqués de Palomares del Duero, D. Juan Uña, D. Bernardo Giner, D. Ricardo Rubio.
Tesorero: D. Manuel Rodríguez Arzuaga.
Secretario: D. Leopoldo Palacios.
Junta facultativa.
Rector: D. Manuel B. Cossío.
Vice-Rector: D. Adolfo G. Posada.
Director de excursiones: D. Angel do Rego.
Director del BOLETÍN: D. Ricardo Rubio.
Secretario: D. Pedro Blanco Suárez.
Vocales: Todos los demás profesores.
La Institución se estableció en 1876, en el piso principal del número 9 de la calle de Esparteros. En 1880 se trasladó al número 42 de la calle de las Infantas, y reside desde 1884 en el actual inmueble de su propiedad.
Principios y orientaciones.
He aquí los más importantes, aunque de escasa novedad, sin duda, para las personas familiarizadas con el movimiento de la educación contemporánea.
La Institución se propone, ante todo, educar a sus alumnos. Para lograrlo, comienza por asentar, como base primordial, ineludible, el principio de la «reverencia máxima que al niño se debe». Por eso precisamente no es la Institución, ni puede ser de ningún modo, una escuela de propaganda. Ajena, como se ha dicho, a todo particularismo religioso, filosófico y político, abstiénese en absoluto de perturbar la niñez y la adolescencia, anticipando en ellas la hora de las divisiones humanas. Tiempo queda para que venga este «reino», y hasta para que sea «desolado». Quiere, por el contrario, sembrar en la juventud, con la más absoluta libertad, la más austera reserva en la elaboración de sus normas de vida y el respeto más religioso para cuantas sinceras convicciones consagra la Historia.
Pretende despertar el interés de sus alumnos hacia una amplia cultura general, múltiplemente orientada; procura que se asimilen aquel todo de conocimientos (humanidades) que cada época especialmente exige, para cimentar luego en ella, según les sea posible, una educación profesional de acuerdo con sus aptitudes y vocación, escogida más a conciencia de lo que es uso; tiende a prepararlos para ser en su día científicos, literatos, abogados, médicos, ingenieros, industriales…; pero sobre eso, y antes que todo eso, hombres, personas capaces de concebir un ideal, de gobernar con sustantividad su propia vida y de producirla mediante el armonioso consorcio de todas sus facultades.
Para conseguirlo, quisiera la Institución que, en el cultivo del cuerpo y del alma, «nada les fuese ajeno». Si le importa forjar el pensamiento como órgano de la investigación racional y de la ciencia, no le interesan menos la salud y la higiene el decoro personal y el vigor físico, la corrección y nobleza de hábitos y maneras; la amplitud, elevación y delicadeza del sentir; la depuración de los gustos estéticos; la humana tolerancia, la ingenua alegría, el valor sereno, la conciencia del deber, la honrada lealtad, la formación, en suma, de caracteres armónicos, dispuestos a vivir como piensan; prontos a apoderarse del ideal en dondequiera; manantiales de poesía en donde toma origen el más noble y más castizo dechado de la raza, del arte y de la literatura españoles.
Trabajo intelectual sobrio e intenso, juego corporal al aire libre; larga y frecuente intimidad con la Naturaleza y con el arte; absoluta protesta, en cuanto a disciplina moral y vigilancia, contra el sistema corruptor de exámenes, de emulación, de premios y castigos, de espionaje y de toda clase de garantías exteriores; vida de relaciones familiares, de mutuo abandono y confianza entre maestros y alumnos; íntima y constante acción personal de los espíritus, son las aspiraciones ideales y prácticas a que la Institución encomienda su obra.
La Institución estima que la coeducación es un principio esencial del régimen escolar, y que no hay fundamento para prohibir en la escuela la comunidad en que uno y otro sexo viven en la familia y en la sociedad. Sin desconocer los obstáculos que el hábito opone a este sistema, cree, y la experiencia lo viene confirmando, que no hay otro medio de vencerlos, sino acometer con prudencia la empresa, dondequiera que existan condiciones racionales de éxito. Juzga la coeducación uno de los resortes fundamentales para la formación del carácter moral, así como de la pureza de costumbres, y el más poderoso para acabar con la actual inferioridad positiva de la mujer, que no empezará a desaparecer hasta que aquélla se eduque, en cuanto se refiere a lo común humano, no sólo como, sino con el hombre.
Mixtas han sido las escuelas en muchos pueblos de la antigüedad clásica; mixtas son hoy las rurales y las Universidades casi en todas partes, y en España, por fortuna, hasta los Institutos; coeducación existe en todos los grados de la enseñanza oficial en los Países Bajos; en casi todas las escuelas secundarias de los Estados Unidos; en muchas primarias y secundarias de Alemania, Suiza y países escandinavos, y coeducativos son los más recientes y famosos ensayos de escuelas privadas en Alemania e Inglaterra.
Los principios cuya más alta expresión en la época moderna corresponde a Pestalozzi y a Fröebel, y sobre los cuales se va organizando en todas partes la educación de la primera infancia, cree la Institución que deben y pueden extenderse a todos los grados, porque en todos caben intuición, trabajo personal y creador, procedimiento socrático, método heurístico, animadores y gratos estímulos, individualidad de la acción educadora en el orden intelectual como en todos, continua, real, viva, dentro y fuera de la clase.
Por lo que se refiere al programa, no existe la separación usual entre la escuela de párvulos, la primaria y la secundaria, sino que estos tres periodos constituyen uno solo y continuo: el de la educación general. Los alumnos, conforme al grado de su desarrollo, se dividen en secciones, dispuestas para que todos puedan tomar parte activa en el trabajo, y lejos de estudiar «asignaturas» aisladas, las diversas enseñanzas marchan todas paralelamente, de tal suerte, que el niño -cuando el régimen no se perturba por nuestra carencia de medios- debe aprender, en el fondo y durante todo el tiempo de su educación, las mismas cosas en las primeras secciones que en las últimas, aunque en la medida y según el carácter que a cada grado de desarrollo le corresponde. Exceptuando las lenguas clásicas, cuyo estudio piensa la Institución convendría retrasar, por creer que no deben imponerse a todos los alumnos por igual, sino sólo a aquellos que muestren inclinación por determinadas orientaciones, entran en el programa, desde el primer grado, todas las enseñanzas que constituyen la base de la cultura general de nuestro tiempo: así, la lengua materna y las vivas, las ciencias matemáticas, físico-químicas y naturales, las sociales, las filosóficas, la historia de la civilización, la geografía, la literatura, la teoría y la historia del arte, el dibujo y el modelado, la música y el canto, el trabajo manual en diversas aplicaciones…; aunque siempre -conviene repetirlo- en la medida en que la frecuente, casi continua, insuficiencia de medios lo hace posible.
La Institución aspira a que sus alumnos puedan servirse pronto y ampliamente de los libros como fuente capital de cultura; pero no emplea los llamados «de texto», ni las «lecciones de memoria» al uso, por creer que todo ello contribuye a petrificar el espíritu y a mecanizar el trabajo de clase, donde la función del maestro ha de consistir en despertar y mantener vivo el interés del niño, excitando su pensamiento, sugiriendo cuestiones y nuevos puntos de vista, enseñando a razonar con rigor y a resumir con claridad y precisión los resultados. El alumno los redacta y consigna en notas breves, tan luego como su edad se lo consiente, formando así, con su labor personal, única fructuosa, el solo texto posible, si ha de ser verdadero, esto es, original, y suyo propio; microscópico las más veces, pero sincera expresión siempre del saber alcanzado. La clase no sirve, pues, como suele entenderse, para «dar y tomar lecciones», o sea, para comprobar lo aprendido fuera de ella, sino para enseñar y aprender a trabajar, fomentando, que no pretendiendo vanamente suprimir, el ineludible esfuerzo personal, si ha de haber obra viva, y cultivándolo reflexivamente, a fin de mejorar el resultado. Y no a otra cosa responden las tareas que los alumnos hayan de hacer también fuera de la clase, ya que nunca se encomiendan como mero aprendizaje de las usuales y estériles lecciones memoristas, sino como ejercicios que obliguen a buscar, a reflexionar, a resolver, a componer, siempre personalmente. Cuando se trata, claro está, del cultivo especial de la memoria, se procura enriquecer con trozos y motivos selectos el caudal literario del niño y su tesoro de inspiración y de goce poético. El trabajo fuera de clase, que apenas si se inicia en las primeras secciones, aumenta con moderación hasta la última, en que adquiere todo su desarrollo; pero cuidando siempre de evitar, no aquella saludable fatiga, necesaria para el recreo de las fuerzas y la plena estimación del trabajo, sino el exceso malsano, que destruye la salud, engendra el desamor hacia la escuela y agota inútilmente las energías de la inteligencia.
Las excursiones escolares, elemento esencial del proceso intuitivo, forman una de las características de la Institución desde su origen. Cursos completos hay, verbigracia, los de historia del arte, que se dan, a veces, casi exclusivamente ante los monumentos y en los museos, cuyas colecciones se utilizan también para los demás estudios, sobre todo el de la historia. Y otro tanto ocurre con la industria, las ciencias naturales, las sociales, etcétera. Las vacaciones se utilizan, en la medida de lo posible, para que los alumnos salgan de excursión durante varios días. No sólo las ciudades, centros y sitios de interés próximos a Madrid, sino casi todas las regiones de España, han sido objeto, muchas de ellas repetidas veces, de excursiones más o menos largas. Algunas han llegado a Portugal y a Francia. Hay excursiones en que predomina el estudio: arte, geología, industria, etc.; en otras, el ejercicio físico y el goce de la vida rural, la marcha por el campo y la montaña; a veces, la permanencia tranquila de aquélla o a la orilla del mar, y con frecuencia, la combinación de estas finalidades. La sierra vecina, sobre todo, es visitada por los alumnos desde las primeras secciones, ya que la Institución tiene allí desde 1912 una casa refugio, construida gracias a los auxilios de D. Luis del Valle y del ex alumno don Manuel Rodríguez Arzuaga.
Pero en estas excursiones, la cultura, el aumento de saber, el progreso intelectual entran sólo como un factor, entre otros. Porque ellas ofrecen con abundancia los medios más propicios, los más seguros resortes para que el alumno pueda educarse en todas las esferas de su vida. Lo que en ellas aprende en conocimiento concreto es poca cosa si se compara con la amplitud de horizonte espiritual que nace de la varia contemplación de hombres y pueblos; con la elevación y delicadeza del sentir que en el rico espectáculo de la naturaleza y del arte se engendran; con el amor patrio a la tierra y a la raza, el cual sólo echa raíces en el alma a fuerza de abrazarse el hombre a aquéllas; con la serenidad de espíritu, la libertad de maneras, la riqueza de recursos, el dominio de sí mismo, el vigor físico y moral, que brotan del esfuerzo realizado, del obstáculo vencido, de la contrariedad sufrida, del lance y de la aventura inesperados; con el mundo, en suma, de formación social que se atesora mediante el variar de impresiones, el choque de caracteres, la estrecha solidaridad de un libre y amigable convivir de maestros y alumnos. Hasta la ausencia es siempre origen de justa estimación y de ternura y amor familiares. Por algo ha sido Ulises en la poesía dechado de múltiples humanas relaciones y de la vida armoniosa, y la Odisea, una de las fuentes más puras para la educación del hombre en todas las edades.
La Institución, por último, considera indispensable a la eficacia de su obra la activa cooperación de las familias. Excepto en casos anormales, en el hogar debe vivir el niño, y a su seno volver todos los días al terminar la escuela. Esta representa para él lo que la esfera profesional y las complejas relaciones sociales para el hombre; y al igual de éste, no hay motivo para que el niño perturbe, y mucho menos suprima, sino excepcionalmente, la insustituible vida familiar, sagrado e inviolable asilo de las intimidades personales. Nada tan nocivo para la educación del niño como el manifiesto o latente desacuerdo entre su familia y la escuela. Nada, por el contrario, tan favorable como el natural y recíproco influjo de una en otra.
Aporta la familia, con el medio más íntimo en que el niño se forma y con sus factores ancestrales, un elemento necesario para el cultivo de la individualidad. Y por la familia, principalmente, recibe la escuela la exigencia más espontánea y concreta de las nuevas aspiraciones sociales, obligándola así a mantener abierta, flexible, viva, en vez de languidecer petrificada en estrechas orientaciones doctrinarias. La escuela, en cambio, ofrece, sobre aquellos materiales, la acción reflexiva, el experimento que pone a prueba, que intenta sacar a luz lo ignorado, y que aspira a despertar la conciencia para la creación de la persona. Y a la familia ha de volver, para que también ella misma se eduque, la depuración de aquellas aspiraciones, los resultados prácticos de la elaboración sistemática de los principios educativos, que como su especial obra le incumbe.
Establecer esta íntima relación entre escuela y familia, no sólo mediante el niño, sino directamente, es tal vez hoy el problema pedagógico-social de superior interés y novedad en los pueblos más cultos.
Régimen escolar.
La Institución quisiera continuar acentuando en su escuela aquella orientación educativa a que constantemente aspiró, y que consiste, no en aprender las cosas, sino en aprender a hacerlas. Este carácter es aplicable a todas las enseñanzas. Pero mientras en las llamadas teóricas (Lenguaje, Matemáticas, Historia, Filosofía. etc.), exige para su realización pocos medios exteriores, pues el hacer depende en ellas casi exclusivamente del ejercicio del pensar reflexivo, en las que se llaman prácticas (Dibujo, Física, Química, Ciencias Naturales, etc.), no porque lo sean más que las otras, sino porque su hacer depende en gran parte de la actividad manual, se necesitan, para aprender a hacer, muchas condiciones exteriores.
La carencia de ellas, la pobreza de recursos -conviene declararlo insistentemente-, ha venido con frecuencia a limitar la obra de la Institución en esta última esfera.
Siempre que es factible, realizánse por la tarde todas las enseñanzas de carácter manual, a fin de conseguir la indispensable continuidad y persistencia de los ejercicios, concentrando en la mañana las teóricas.
Las clases, por la mañana, comienzan a las 9 y 15, terminan a las 12 y media. Por la tarde, la hora de entrada es a las 2 y 45, y la salida se verifica de 4 y media a 5 y media, según las secciones, y atendiendo a la elasticidad con que hay que contar siempre en los trabajos de taller y de laboratorio.
La Institución encarece la puntualidad y la continuidad en la asistencia de los alumnos, en beneficio del aprovechamiento de los mismos, de la creación de hábitos de regularidad y del espíritu del deber.
Las excursiones a los museos, fábricas, etcétera, suelen verificarse el sábado por la mañana. El juego organizado se realiza el miércoles por la tarde. Algunos de sus más constantes favorecedores han puesto al servicio de la Institución, en usufructo, y en un terreno de cuatro hectáreas, a 10 minutos del Hipódromo, por el tranvía de Chamartín, sitio sano y de espléndido paisaje, un campo de foot-ball, otro de tennis y un pequeño pabellón para todos los servicios necesarios. Los alumnos, por tanto, así como los antiguos alumnos, pueden disponer con entera independencia de un elemento tan importante para su educación y su recreo.
La duración de las clases suele ser 45 minutos, excepto las de las primeras secciones, que son más cortas. Entre aquéllas, hay siempre un intervalo de 15 minutos, en que los alumnos salen a descansar o a jugar libremente en el jardín. En el intermedio de las clases de la mañana a las de la tarde, pueden almorzar en la Institución, bajo las condiciones que establece la Secretaría. Concluido el almuerzo, juegan en el jardín hasta que vuelven a comenzar las clases. Los domingos se verifican partidas de juegos en el campo, donde pasan la mañana, y, a veces, el día, acompañados de varios profesores.
Para los alumnos de las secciones superiores, suele haber también algún curso de lección semanal, y después de las horas habituales de clase, así como sencillas audiciones musicales, con las explicaciones técnicas e históricas necesarias.
El curso se divide en tres trimestres, separados por las vacaciones de Navidad (del 22 de diciembre al 6 de enero, ambos inclusive), las de primavera (del miércoles santo al de Pascua, ambos inclusive), y las del verano (julio, agosto y septiembre). Durante las vacaciones, cesan las clases regulares, pero se aprovecha este tiempo, siempre que es posible, para excursiones dentro y fuera de Madrid.
En el verano, la Institución organiza, en la medida de sus recursos, alguna de las excursiones escolares largas, ya mencionadas, así como la estancia a la orilla del mar o en el campo.
La imposibilidad de alterar o detener la marcha de secciones ya formadas, que deben desenvolver un mismo programa durante varios cursos, obliga a la Institución a desear que el ingreso de sus alumnos se verifique únicamente por las primeras. El ideal consistiría en que todos sus alumnos nuevos fuesen párvulos. La matrícula continúa, sin embargo, abierta en todas las secciones, admitiendo a aquellos niños que, a juicio de los profesores, y después de un periodo de prueba se hallan en situación de aprovechar las labores de clase.
Los derechos mensuales de matrícula son, para las secciones de párvulos e inferiores, 25 pesetas; para las secciones superiores, 30 pesetas, y 10 más por las clases de lenguas vivas (inglés o alemán).
La Institución, opuesta al régimen de internado, en el sentido que tiene entre nosotros y aun en otros países, procura ofrecer, en cambio, a los padres de fuera de Madrid, cuando recibe instancias al efecto, facilidades para que le envíen sus hijos, organizando, si le es posible, como en ocasiones lo ha hecho, la vida en familia de un corto número de alumnos en casa de algunos de sus profesores. Las personas que deseen utilizar este servicio pueden dirigirse a la Secretaría de la Institución.
Aspira la Institución a no abandonar por completo a sus discípulos después de recorrido el ciclo de su educación general, y a intentar para ello modo, ya que no de darles toda una educación especial conforme a sus ideas -que para esto carece hoy de medios-, de seguir, al menos, ayudándolos, hasta donde le sea posible, con sus lecciones y consejos en la preparación para las profesiones a que se destinan y aplicando en este orden los mismos principios que en el de la educación general.
Con pocos alumnos, y de una manera muy incompleta, ha podido ejercer todavía esta dirección. Aprovechan aquéllos, por ejemplo, ciertas clases de los establecimientos oficiales, pero cursan libremente sus estudios. La Institución les aconseja sobre el plan y modo como deben hacerlos, procurando suplir los vacíos que pueda ofrecer en su organización la enseñanza del Estado, ya mediante la asistencia a otras cátedras de distintos centros, ya proporcionándoles clases y trabajos especiales, organizados por la misma Institución, gracias al concurso generoso de las personas y Corporaciones privadas a quienes acude, y que le prestan sus servicios o sus medios de enseñanza, ya guiándolas, por último, en sus lecturas y estudios individuales. Se les obliga a ejercitarse en trabajos relativos a su especialidad, cada vez con mayores exigencias, conforme van adelantando en sus estudios. Y se procura, por último, que no pierdan de vista en absoluto la unidad y universalidad del saber, y sigan todos los años algún curso, ya oficial, ya privado, enteramente ajeno a aquella especialidad; alguna serie de excursiones, conferencias, manipulaciones, etcétera, v. gr., en los estudios referentes a ciencias físicas y naturales, que tanto interés despiertan hoy en la cultura general humana.
Harto siente la Institución la deficiencia de sus medios de todas clases para dar cima a su obra. En ésta, únicamente le satisfacen los principios a que procura acomodarse en lo posible y la conciencia de no omitir esfuerzo alguno para mejorarla.
ARTURO FERNÁNDEZ DOMÍNGUEZ
/// NECESIDAD Y URGENCIA DE LA «RECUPERACIÓN» DEFINITIVA, CONTINUIDAD Y DESARROLLO DE LA IMPORTANTE MEMORIA HISTÓRICA DEMOCRÁTICA Y EL LEGADO INTELECTUAL, POLÍTICO, CULTURAL, EDUCATIVO, CIENTÍFICO, TOLERANTE, LAICO, SOCIAL Y ÉTICO DE LA SEGUNDA REPÚBLICA ESPAÑOLA, EL EXILIO Y LA “INSTITUCIÓN LIBRE DE ENSEÑANZA” (ILE) EN EL PRESENTE Y PARA EL FUTURO DE ESPAÑA. ///
HACIA LA TERCERA REPÚBLICA ESPAÑOLA, DEMOCRÁTICA, FEDERAL, PROGRESISTA, SOCIAL, CULTURAL, EDUCATIVA, CIENTÍFICA, TOLERANTE, LAICA Y ÉTICA.
¡¡¡ VIVAN SIEMPRE LA «INSTITUCIÓN LIBRE DE ENSEÑANZA» (ILE), LA SEGUNDA REPÚBLICA Y EL EXILIO ESPAÑOL !!!
¡¡¡ SALUD Y REPÚBLICA !!!
MÁLAGA, A 11 DE MAYO DE 2016.
ARTURO FERNÁNDEZ DOMÍNGUEZ
(HIJO DEL EXILIO REPUBLICANO, SOCIALISTA E “INSTITUCIONISTA” ESPAÑOL)
(DOCTOR EN DERECHO, EXPROFESOR TITULAR DE HISTORIA DEL DERECHO ESPAÑOL DE LA FACULTAD DE DERECHO DE LA UNIVERSIDAD DE MÁLAGA (UMA), Y SECRETARIO JUDICIAL).
ARTURO FERNÁNDEZ DOMÍNGUEZ
/// EL RECUERDO DE LA SEGUNDA REPÚBLICA ESPAÑOLA, DEL EXILIO Y DE LA “INSTITUCIÓN LIBRE DE ENSEÑANZA” (ILE) HA DE MANTENERSE SIEMPRE VIVO EN EL PRESENTE Y PARA EL FUTURO DE ESPAÑA. ///
HACIA LA TERCERA REPÚBLICA ESPAÑOLA, DEMOCRÁTICA, FEDERAL, PROGRESISTA, SOCIAL, CULTURAL, EDUCATIVA, CIENTÍFICA, TOLERANTE, LAICA Y ÉTICA.
¡¡¡ SALUD Y REPÚBLICA !!!
MÁLAGA, A 10 DE MAYO DE 2016.
ARTURO FERNÁNDEZ DOMÍNGUEZ
(HIJO DEL EXILIO REPUBLICANO, SOCIALISTA E “INSTITUCIONISTA” ESPAÑOL)
(DOCTOR EN DERECHO, EXPROFESOR TITULAR DE HISTORIA DEL DERECHO ESPAÑOL DE LA FACULTAD DE DERECHO DE LA UNIVERSIDAD DE MÁLAGA (UMA), Y SECRETARIO JUDICIAL).